El mundo que hoy se vive presenta características muy particulares, en la que el gerente tiene que enfrentarse a cambios rápidos y profundos que se suceden en las diferentes esferas políticas, económicas, tecnológicas y administrativas del país.
La naturaleza, frecuencia y magnitud de los cambios, exige al directivo o gerente, un amplio dominio de teorías y técnicas modernas que combinadas con su propia experiencia permitan la realización de acciones que tiendan a encontrar respuesta concreta a las demandas de la sociedad.
Por ello, el papel del gerente de proyectos debe concebirse como un agente de cambio, con la responsabilidad de adaptar o crear estructuras que permitan definir y agilizar los procesos necesarios para alcanzar los objetivos y metas propuestas, para finalmente producir los bienes o servicios que permitan atender los problemas o necesidades insatisfechas que dieron origen al proyecto.